Epistemología
Según, Ceberio
y Watzlawick (1998), “El término epistemología deriva del griego episteme que
significa conocimiento, y es una rama de la filosofía que se ocupa de todos los
elementos que procuran la adquisición de conocimiento e investiga los
fundamentos, límites, métodos y validez del mismo”. De igual manera, se puede
definir como una rama de la
filosofía que estudia los fundamentos
y métodos del conocimiento científico. Para ello, procura dar respuestas
a interrogantes tales como: ¿qué es el conocimiento?, ¿cómo se produce el
proceso de razonamiento en la mente humana?, ¿cómo determinamos que aquello que
hemos entendido es, en efecto, verdad?
Así, la
epistemología también se encarga de estudiar el grado de certeza del
conocimiento científico en sus diferentes áreas, con el objetivo principal de
estimar su importancia para el espíritu humano. Como tal, la epistemología
también se puede considerar parte de la filosofía de la ciencia.
Como surgen las ideas para un
proyecto de investigación
De
acuerdo a Hernández (2003) citando a Danhke (1986) dan las siguientes
sugerencias:
a Las
buenas ideas intrigan, alientan y excitan al investigador de manera personal.
Cuando algo nos atrae, el tiempo “vuela” y nuestros sentidos se “abren” para
captar lo que nos interesa, esto es lo que estimula a los investigadores. Ellos
no se quedan con las dudas, las persiguen hasta resolverlas…. sí es posible.
b Las
buenas ideas de investigación “No son necesariamente nuevas, pero sí
novedosas”. Podemos retomar algunas investigaciones y continuar con “los
pendientes” que generaron.
c Las
buenas ideas de investigación pueden servir para elaborar teorías y la solución
de problemas. Es decir que una buena idea puede dar pauta para iniciar más
investigaciones e ir consolidando o construyendo una teoría, o generar nuevos
métodos de recolección de datos.
De
tal manera, que el tener una idea, es la consecuencia de ser sensible y de
estar alerta y atento a todo lo que nos rodea, cuando algo nos parece
interesante, cuando observamos discrepancias, cuando observamos regularidades,
cuando nos surgen dudas, cuando queremos resolver algún problema y sobre todo
cuando atendemos a nuestra “intuición” esa voz interna que nos habla y que nos
lleva a buscar alguna respuesta.
Problema de investigación
Según
Hernández (2004), plantear el problema es en realidad, “afinar y estructurar
más formalmente la idea de investigación” (p. 43). En tal sentido, es importante destacar que la noción de un problema de investigación, no
suele referirse a un inconveniente que surge en la labor investigativa, sino
que está vinculada al fenómeno específico que se pretende investigar. Un problema de investigación, por lo tanto, es aquello
que se desea explicar a partir de la tarea del investigador. Su acepción
como “problema” se
vincula a que, por lo general, la finalidad de una investigación es brindar
una solución
a lo que se investiga, de este modo, supone un problema a resolver.
Como se elabora un título
Con respecto
al tema Balestrini (2006), refiere algunas consideraciones importantes
al momento de formular el título de la investigación. El título es lo que
identifica la investigación, por ello es necesario que refleje el área temática
que se propone investigar, por lo cual, éste es una definición abreviada o
reducida del problema que se pretende estudiar, por lo que se debe delimitar y
concretar, además de ser claro y transparente en la formulación del mismo.
Al
respecto, Ramírez (2006), plantea que el título es “una especie de
envoltura de un producto, ya que es lo primero con lo que se entra en contacto
el potencial consumidor del mismo” (p. 46), entonces, se observa que este
aspecto de la investigación es de gran importancia, porque es lo primero que
observan las personas, con lo cual las mismas pueden intuir si es lo que anda buscando
o no.
Objetivos de la investigación
En primer
lugar, es necesario establecer qué pretende la investigación, es decir, cuáles
son sus objetivos. Hay investigaciones que buscan, ante todo, contribuir a
resolver un problema en especial, en tal caso debe mencionarse cuál es y de qué
manera se piensa que el estudio ayudará a resolverlo, y otras que tienen como
objetivo principal probar una teoría o aportar evidencia empírica a favor de
ella. Los objetivos deben expresarse con claridad para evitar posibles
desviaciones en el proceso de investigación cuantitativa y ser susceptibles de
alcanzarse; son las guías del estudio y hay que tenerlos presente durante todo
su desarrollo. Evidentemente, los objetivos que se especifiquen requieren ser
congruentes entre sí. (Hernández, 2006).
Efectivamente el uso de los conceptos que ayuden al investigador a dirigir su proyecto de manera adecuada, depende directamente de los términos manejados en este análisis, el cual me parece acertado ya que abarca los conceptos básicos de la epistemiología y su influencia sobre el resultado de una investigación.
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