viernes, 19 de octubre de 2018


Epistemología
Según,  Ceberio y Watzlawick (1998), “El término epistemología deriva del griego episteme que significa conocimiento, y es una rama de la filosofía que se ocupa de todos los elementos que procuran la adquisición de conocimiento e investiga los fundamentos, límites, métodos y validez del mismo”. De igual manera, se puede definir como una rama de la filosofía que estudia los fundamentos y métodos del conocimiento científico. Para ello, procura dar respuestas a interrogantes tales como: ¿qué es el conocimiento?, ¿cómo se produce el proceso de razonamiento en la mente humana?, ¿cómo determinamos que aquello que hemos entendido es, en efecto, verdad?
Así, la epistemología también se encarga de estudiar el grado de certeza del conocimiento científico en sus diferentes áreas, con el objetivo principal de estimar su importancia para el espíritu humano. Como tal, la epistemología también se puede considerar parte de la filosofía de la ciencia.

Como surgen las ideas para un proyecto de investigación
De acuerdo a Hernández (2003) citando a Danhke (1986) dan las siguientes sugerencias:
a    Las buenas ideas intrigan, alientan y excitan al investigador de manera personal. Cuando algo nos atrae, el tiempo “vuela” y nuestros sentidos se “abren” para captar lo que nos interesa, esto es lo que estimula a los investigadores. Ellos no se quedan con las dudas, las persiguen hasta resolverlas…. sí es posible.
b   Las buenas ideas de investigación “No son necesariamente nuevas, pero sí novedosas”. Podemos retomar algunas investigaciones y continuar con “los pendientes” que generaron.
Las buenas ideas de investigación pueden servir para elaborar teorías y la solución de problemas. Es decir que una buena idea puede dar pauta para iniciar más investigaciones e ir consolidando o construyendo una teoría, o generar nuevos métodos de recolección de datos.
De tal manera, que el tener una idea, es la consecuencia de ser sensible y de estar alerta y atento a todo lo que nos rodea, cuando algo nos parece interesante, cuando observamos discrepancias, cuando observamos regularidades, cuando nos surgen dudas, cuando queremos resolver algún problema y sobre todo cuando atendemos a nuestra “intuición” esa voz interna que nos habla y que nos lleva a buscar alguna respuesta.

Problema de investigación
Según Hernández (2004), plantear el problema es en realidad, “afinar y estructurar más formalmente la idea de investigación” (p. 43). En tal sentido, es importante destacar que la noción de un problema de investigación, no suele referirse a un inconveniente que surge en la labor investigativa, sino que está vinculada al fenómeno específico que se pretende investigar. Un problema de investigación, por lo tanto, es aquello que se desea explicar a partir de la tarea del investigador. Su acepción como “problema” se vincula a que, por lo general, la finalidad de una investigación es brindar una solución a lo que se investiga, de este modo, supone un problema a resolver.

Como se elabora un título
Con respecto al tema Balestrini (2006), refiere algunas consideraciones importantes al momento de formular el título de la investigación. El título es lo que identifica la investigación, por ello es necesario que refleje el área temática que se propone investigar, por lo cual, éste es una definición abreviada o reducida del problema que se pretende estudiar, por lo que se debe delimitar y concretar, además de ser claro y transparente en la formulación del mismo.
Al respecto, Ramírez (2006), plantea que el título es “una especie de envoltura de un producto, ya que es lo primero con lo que se entra en contacto el potencial consumidor del mismo” (p. 46), entonces, se observa que este aspecto de la investigación es de gran importancia, porque es lo primero que observan las personas, con lo cual las mismas pueden intuir si es lo que anda buscando o no.

Objetivos de la investigación
En primer lugar, es necesario establecer qué pretende la investigación, es decir, cuáles son sus objetivos. Hay investigaciones que buscan, ante todo, contribuir a resolver un problema en especial, en tal caso debe mencionarse cuál es y de qué manera se piensa que el estudio ayudará a resolverlo, y otras que tienen como objetivo principal probar una teoría o aportar evidencia empírica a favor de ella. Los objetivos deben expresarse con claridad para evitar posibles desviaciones en el proceso de investigación cuantitativa y ser susceptibles de alcanzarse; son las guías del estudio y hay que tenerlos presente durante todo su desarrollo. Evidentemente, los objetivos que se especifiquen requieren ser congruentes entre sí. (Hernández, 2006).

1 comentario:

  1. Efectivamente el uso de los conceptos que ayuden al investigador a dirigir su proyecto de manera adecuada, depende directamente de los términos manejados en este análisis, el cual me parece acertado ya que abarca los conceptos básicos de la epistemiología y su influencia sobre el resultado de una investigación.

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